Nunca había sentido tanto. No con esta intensidad, con esta fuerza, ni con esta incondicionalidad.
No sé qué es lo que pasa, que con cualquier recuerdo te pienso y te siento. No comprendo cómo es que no me canso de imaginarte y de imaginarnos. Tampoco entiendo cómo es que te quedás así de impregnado en mí. Pero me gusta.
Te conozco las fallas y aún así te concibo perfecto. Podría casi predecir cuándo harás algo mal, y aún así no lo impediría, porque te inhibiría de actuar. Y prefiero un error tuyo, a un pequeño detalle que yo misma propicié.
Aún así me dueles, de a poquitos. Pero con la misma intensidad con la que te quiero y anhelo.
¿Que por qué me dueles? Ni yo lo logro explicar, y por eso escribí esto. Con la esperanza de que "a mano alzada" encontraría la respuesta.
Quizás sea por tu forma distinta de ver la vida, o por esa forma en que te has logrado liberar de cosas que a mí, de solo pensar, me oprimen. Sí, quizás sea por eso. Te envidio, y lo que te envidio lo amo, pero me duele.
Quiero pensar que es porque te amo, y los sentimientos vienen en combo. Aunque lo más probable es que sea por mi propia inseguridad. Sí, eso.
*fin del post random*